La transformación digital está impactando todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, llegando, incluso, a implementarse un sistema de control y gestión judicial en países Latinoamericanos como, por ejemplo, Brasil y Colombia, para promover una sana y correcta administración de Justicia en todo momento, incluso de manera remota.
Según la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el acceso a la Justicia y a servicios judiciales efectivos son algunas de las condiciones históricamente necesarias para construir sociedades fuertes y sostenibles. ¡Justo a esto apunta este tipo de innovaciones!
Y, es que, los ciudadanos, empresas y órganos públicos dependen de las Tecnologías de la Información —TICs— para acceder a los servicios y prestarlos.
Las TICs son herramientas indispensables para superar las barreras sociales y económicas de los servicios jurídicos para hacerlos más accesibles a la población, principalmente la de mayor vulnerabilidad.
Los sistemas de control y gestión judicial optimizan los flujos de trabajo en todo el Ecosistema de Justicia Integrado: Tribunales, Ministerios Públicos, Fiscalías, abogacía privada, abogacía pública, ciudadanos y otras instituciones involucradas en el proceso judicial.
Esta es una información que no puede pasar desapercibida, y nosotros elaboramos este contenido justo con lo que necesita saber. ¡Lo invitamos a leer hasta el final para documentarse sobre el tema!
¿Cuál es la posición de la tecnología vs lo tradicional? ¿Por qué es necesaria su implementación?
La tecnología vino a solventar las deficiencias del modelo anterior como se gestionaba la ciencia de datos de Justicia, que aún está vigente en muchos países de América Latina.
De hecho, más de 1000 millones de personas que se encuentran bajo la estructura tradicional, aún están lejos de las Instituciones de Justicia y no hay manera, mediante métodos antiguos, de acercarles sus derechos.
Estos números sufrieron un grave aumento debido a la emergencia sanitaria surgida a raíz de la pandemia de la Covid-19 por la suspensión de las actividades judiciales en muchos Estados.
Sin embargo, en los lugares donde la Justicia Digital está consolidada como, por ejemplo, la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP— de Colombia, el acceso a la Justicia se vuelve simple y el proceso gana transparencia a través de innovaciones a la vanguardia robustas y seguras a las que las partes interesadas pueden ingresar para monitorear el avance de sus casos.
Con el apoyo de las tecnologías especializadas, la administración de Justicia actúa necesariamente de acuerdo con las normativas nacionales, asegurando un servicio jurídico de calidad a toda la sociedad.
Sumado a esto, la Justicia Digital hace posible el teletrabajo, que fue estimulado mayormente por el coronavirus e incrementó el desempeño de las Instituciones de Justicia totalmente informatizadas.
Quizás de manera más fundamental, la transformación digital está cambiando la naturaleza de la relación entre las autoridades públicas y las personas a las que sirven, mejorando la transparencia, la responsabilidad, la capacidad de respuesta, la accesibilidad de los servicios gubernamentales y la experiencia del ciudadano.
Sistema de control y gestión judicial: ¿qué son y objetivo principal?
Este tipo de sistemas está desarrollado para la gestión de actividades que deben ser ejecutadas progresivamente por flujos de trabajo buscando respetar la prioridad de los procesos y sus lapsos perentorios.
Esto posibilita la rápida ejecución de tareas en un orden lógico y controlado, asegurando buenos resultados con respecto a la productividad y el mejor uso y aprovechamiento de los recursos de las Instituciones de Justicia.
La eliminación del carácter físico —que es una de las características fundamentales del modelo tradicional que ralentiza el derecho procesal— permite la disponibilidad de los contenidos plenos de los expedientes de manera simultánea para cualquiera de las partes interesadas y/o funcionarios que tengan autorización de acceso.
Los sistemas de control y gestión judicial como, por ejemplo, el del SAJ, son programas que buscan digitalizar 100% cuanto antes el ecosistema de Justicia.
En la última década, el avance de la tecnología en el Poder Judicial ha promovido una adopción de plataformas electrónicas con el objetivo de acercarse cada vez más a los ciudadanos, generando rapidez y transparencia para la sociedad.
Para facilitar esta realidad, destacan este tipo de soluciones que funcionan basadas en un concepto de interoperabilidad, tecnología en la nube y gran accesibilidad, lo que permite la integración entre los demás programas que usan las Instituciones de Justicia.
Mediante estándares de interoperabilidad, los datos son inevitablemente compartidos entre las partes interesadas e intervinientes de manera directa e indirecta en los procesos jurídicos.
Ahora bien, ¿cómo es su funcionamiento?
Un sistema de control y gestión judicial busca ampliar el acceso de abogados y ciudadanos a la Justicia, por lo que disponibiliza la información procesal en todo momento y en tiempo real.
Se maneja mediante un portal web al que podremos acceder para realizar consultas a los expedientes digitales, enviar piezas procesales siempre que se requiera, entre otros servicios.
En este tipo de servicios el SAJ posee una tecnología puntera y consolidada en el área jurídica, lo cual lo consagra como un sistema de control y gestión judicial sólido que tiene facilidad para la automatización de las rutinas judiciales y de administración en el contexto de la Justicia.
Indicadores de éxito
Sumado a esto, también es posible la ejecución paralela de tareas por parte de los empleados públicos de la Institución responsable y otros intervinientes.
Al utilizar un sistema de control y gestión judicial como el SAJ, encontramos increíbles resultados:
- Más de 35 millones procesos judiciales en trámite;
- Más de 1 millón de usuarios en el portal externo;
- Disminución de hasta el 620% en el tiempo de duración del proceso;
- Alrededor de 165.000 usuarios directos;
- Aproximadamente más de 100 millones de procesos finalizados en los límites de tiempo que establece la ley;
- Ahorro de más de 20 mil toneladas de papel, lo que se traduce en USD $12.5millones en ahorro económico;
- Hasta el 90% de reducción de tiempo entre el reparto del proceso y el primer acto del magistrado.
Como puede observar, la adopción de este tipo de plataformas tecnológicas se traduce en un proceso digital que contribuye con la celeridad procesal y brinda otros beneficios a las Instituciones de Justicia como el ahorro de recursos, sostenibilidad ambiental y el fortalecimiento de prácticas de gobernabilidad.
Entonces, ¿qué cambia respecto al modelo anterior de gestión de Justicia manual?
Para comprender a grandes rasgos cuáles son los cambios respecto al modelo anterior de Justicia física o manual, a continuación, vamos a detallar respecto a dos puntos en particular de los que hemos hecho énfasis a lo largo del contenido, la accesibilidad e interoperabilidad.
Accesibilidad
Expliquemos este punto con un claro ejemplo de lo lejos que está la ley de los más vulnerables: aproximadamente el 2.5% de los profesionales tienen algún tipo de deficiencia, de acuerdo con datos del Censo del Poder Judicial, hecho por el Consejo Nacional de Justicia brasileño.
Entre estas personas, el 24% tienen dificultades de ver o son completamente ciegas, información que destaca la importancia de que las tecnologías sean accesibles para todos los profesionales, garantizando una Justicia ecuánime.
Los sistemas de control y gestión de justicia, como el SAJ, tienen detrás equipos especializados en el desarrollo de tecnologías punteras accesibles y que crean soluciones para problemas reales que buscan mejorar la vida de los ciudadanos que requieren ingresar en el sistema de Justicia para hacer valer sus derechos.
La solución SAJ, por ejemplo, es el sistema de gestión judicial más accesible del mundo y les garantiza a funcionarios y ciudadanos la transparencia del trámite judicial, incluso en el portal externo de consulta que también está construido bajo las directrices internacionales de accesibilidad.
Interoperabilidad
Un gran número de actores e Instituciones de Justicia están involucrados en la búsqueda diaria del Santo Grial de la cultura moderna llamado: “Justicia”. Solo el hecho de que los procesos sean digitales no es suficiente, debido a que esto no representa por sí solo un sinónimo de un excelente servicio jurídico.
Los fiscales, defensores y abogados que también son partícipes directos en las demandas tienen sus propias necesidades, generan un volumen de datos de forma diferente, por lo que también salen airosos de las novedades en los procedimientos gracias a los nuevos recursos tecnológicos.
En paralelo, también encontramos una serie de órganos indirectos, que contribuyen en la resolución de conflictos y son imprescindibles para ello: la policía, instituciones bancarias, empresas de servicios postales, los peritos o expertos, entre otros.
Para el desarrollo de sistemas de control y gestión judicial es imprescindible construir puentes que permitan una rápida interacción y eficaz con los órganos judiciales. Es decir, es posible realizar la gestión completa del trámite judicial desde un sistema único, pues la interoperabilidad permite conexión directa con los otros sistemas utilizados por la Institución y con las tecnologías de las instituciones involucradas.
Establecer protocolos que conecten estas entidades permite aprovechar al máximo el potencial de esta plataforma especializada y los demás programas que eran usados anteriormente. Además de acelerar, también se trata de ahorrar recursos y reducir la tasa de error.
El SAJ está especialmente diseñado para este tipo de escenarios, cuenta con integraciones activas y plenamente funcionales para todos sus clientes.
Sin duda, siguen y seguirán surgiendo nuevas necesidades, por lo que el equipo de profesionales detrás de este software busca, mediante el análisis estadístico y el Big Data, detectar y satisfacerlas rápidamente, ya que la arquitectura fue hecha para recibir nuevos conectores siguiendo los estándares más modernos y seguros.
Claro está que integrar con otros sistemas e intercambiar información de manera expedita, segura y capaz de permitir la automatización procesal, son los pilares de un sistema de control y gestión judicial para todo el ecosistema jurídico.
¿Quiere saber más sobre las innovaciones punteras en el área legal? De ser así, lea los contenidos de nuestro blog.