La intersección entre ética, justicia y tecnología es hoy en día un punto focal de discusión. A medida que las innovaciones tecnológicas transforman la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, surgen desafíos éticos y cuestionamientos sobre cómo garantizar un equilibrio adecuado entre el progreso tecnológico y los valores fundamentales de la justicia y la equidad.
La omnipresencia de la tecnología ha llevado a la recopilación masiva de datos personales, lo que suscita preocupaciones sobre la privacidad y el uso indebido de la información. Los individuos se enfrentan al dilema de compartir sus datos para acceder a servicios o preservar su privacidad.
La rápida automatización de trabajos a través de la tecnología plantea inquietudes sobre la seguridad laboral y la desigualdad económica. Las personas temen ser reemplazadas por máquinas, lo que impacta directamente en su bienestar financiero y calidad de vida.
Los algoritmos utilizados en sistemas tecnológicos pueden perpetuar y amplificar sesgos existentes en la sociedad, como el racismo y la discriminación. Los individuos se preocupan por las decisiones basadas en algoritmos que podrían perpetuar injusticias.
La constante conectividad y el uso excesivo de dispositivos electrónicos han llevado a problemas de salud mental, como la adicción a la tecnología y la desconexión de las relaciones humanas cara a cara.
El acceso desigual a la tecnología crea brechas digitales que excluyen a ciertos grupos de la sociedad de oportunidades educativas, laborales y de participación cívica, generando preocupaciones sobre la justicia y la equidad.
En este contexto, explorar el equilibrio necesario entre ética, justicia y tecnología se ha convertido en una prioridad imperativa. Analizar cómo las decisiones éticas moldean el desarrollo tecnológico y su impacto en la sociedad, así como abordar las preocupaciones de los individuos, se convierte en un ejercicio esencial para forjar un futuro más equitativo y sostenible.
En las próximas secciones, profundizaremos en cada uno de estos aspectos y exploraremos en detalle cómo abordar estos desafíos cruciales en la intersección de la ética, la justicia y la tecnología.
Ética, justicia y tecnología
La ética, justicia y la tecnología, son elementos fundamentales de la sociedad globalizada que habitamos hoy en día. Sin embargo, establecer una relación entre estos 3 elementos no es una tarea sencilla. Sobre todo, porque se trata de un equilibrio entre los valores, la innovación y las capacidades del sistema legal.
En tanto, para lograr establecer una relación justificada o válida entre la ética, justicia y la tecnología, vamos a definir cada término de forma detallada:
¿Qué es la ética?
La ética es un principio o valor moral que se encarga de guiar las acciones del comportamiento humano. Tanto en el ámbito personal como en el ámbito profesional. La ética, marca un conjunto de normas o reglas no escritas sobre el desempeño que deberían tener las personas en la sociedad o en un determinado entorno.
En otras palabras, la ética marca “el deber ser” de las personas, en los diferentes aspectos de su vida. La idea es que el comportamiento de un ciudadano o determinado grupo de personas, no afecte la libertad, el bienestar común, la felicidad y la justicia.
Por ejemplo, un profesional de consultoría con ética, no debería revelar la información financiera de sus clientes a ningún tercero que pueda violar la confidencialidad de su trabajo. Así como un juez o abogado ético, no debe violar las leyes o normas legales de un territorio para favorecer a un familiar o amigo en una decisión legal.
¿Qué es la justicia?
La justicia es un valor fundamental de cualquier sociedad, que es representando a través del conjunto de leyes y normas que rigen la vida en cualquier nación. Se encarga de mediar o regular las relaciones que existen entre los ciudadanos y las diferentes instituciones públicas y privadas. Abarca relaciones comerciales, familiares, laborales e incluso de carácter político.
Es conveniente mencionar que la impartición o comunicación de la justicia, está a cargo de los integrantes del entorno legal de un país. Es decir, los jueces o abogados que desempeñan labores en las diferentes fiscalías y juzgados del entorno legal.
Asimismo, todas sus actuaciones o decisiones deben realizarse de acuerdo con las leyes y en pro de la justicia. Tratando de otorgar a cada ciudadano o empresa un trato igualitario, justo y sin preferencias.
Además, la justicia también se relaciona con la igualdad de oportunidades en una sociedad. Es decir, el acceso a la salud, educación, alimentación, trabajo, ciencia, entre otros.
¿Qué es la tecnología?
La tecnología es la acumulación de investigación y conocimiento que ha permitido desarrollar nuevas alternativas para hacer la vida de los seres humanos más simple. Se encuentra presente en el entorno y literalmente en todos los aspectos de nuestra vida, desde la vida familiar hasta la profesional.
Sin duda, la tecnología ha cambiado la forma en que nos relacionamos con nuestros semejantes, pero también ha hecho que la vida sea más sencilla, digital e interconectada. Por ello, ha tenido un impacto significativo en el mundo laboral, sobre todo en las tareas repetitivas y tediosas.
¿Cómo se relacionan la ética, la justicia y la tecnología?
Para desarrollar tecnologías nuevas, que sean innovadoras para la sociedad y que faciliten asuntos de carácter educativo, económico o legal, estas deben ejecutarse en un entorno ético y de respeto-
Garantizando la seguridad y los datos de las personas. Y, que al mismo tiempo asegure el acceso de la ciudadanía, sin menospreciar a nadie por su condición social, económica o religiosa.
Si se ofrece una solución tecnológica para el sistema de justicia, la idea es que todos los ciudadanos puedan acceder a esta, previendo que sus datos sean seguros y que el entorno sea confiable.
Si la tecnología funciona en estas circunstancias, tanto los ciudadanos como las instituciones de Estado puede sentirse seguros de sus relaciones, datos y actividades. Resaltando que, la tecnología no es más que un aliado y, que en condiciones de ética y justicia se puede sacar el mejor provecho de esta.
Los desafíos y ventajas de aplicar la ética en la tecnología judicial
Si bien es cierto que la ética se encarga de guiar las actuaciones correctas o aceptadas en la sociedad, cuando se aplica a la tecnología judicial puede representar múltiples desafíos y ventajas, que veremos a continuación:
Los principales desafíos de aplicar la ética en la tecnología judicial son:
Resguardar los datos y la privacidad de la ciudadanía
Aunque el uso de la tecnología puede agilizar la gestión de trámites administrativos en el sistema judicial, porque es capaz de manejar y procesas grandes volúmenes de información.
También, al aplicar la ética, se debe procurar el resguardo y seguridad de datos de los ciudadanos. Para ello, es necesario el uso de contraseñas, cadena de bloques, cifrados y otras medidas de protección que impidan ataques cibernéticos o entradas ilegales al sistema.
Igualdad para la ciudadanía
La ética debe garantizar que toda o la gran mayoría de la ciudadanía acceda al sistema de justicia, y, que además sean juzgados con igualdad de condiciones. Procurando, respetar las normas morales y legales que rigen el territorio.
Ante este escenario, es requerido monitorear de forma constante las tecnologías y los algoritmos que operan en el sistema de justicia, para que no alteren o incidan sobre el curso de las operaciones judiciales y los fallos en las decisiones.
Transparencia
El objetivo es que tanto los ciudadanos como los funcionarios tengan a salvo sus datos, puedan monitorear sus trámites y al mismo tiempo conozcan el tiempo y los procedimientos requeridos para cada etapa.
Es importante que, hasta las mismas autoridades puedan dar seguimientos al uso de los recursos de la institución, las actividades del personal y el tiempo que demoran los trámites legales para los ciudadanos.
Entre las principales ventajas de aplicar la ética en la tecnología judicial están:
Automatización y disminución de los tiempos de espera
La utilización de software y tecnología en el sistema judicial permite automatizar tareas administrativas. De igual modo, la integración de la ética en este proceso contribuye a la eliminación de la burocracia y de demoras por negligencia del personal.
Las plataformas tecnológicas permiten monitorear el transcurso de los trámites, pues el usuario observa el proceso en tiempo real y no debería quedar lugar para comportamientos anti éticos o inadecuados.
Documentos y plantillas automáticas
La tecnología en el sistema judicial, a través del uso de plataformas y sitios web, hace posible que cada usuario auto gestione sus trámites. Incluso, pueden generar documentos y plantillas automáticas para agilizar procesos.
En tanto, la inclusión de la ética en estos procesos tiene que ver con la privacidad y preservación de los datos de cada usuario. Es por esto que, cada usuario tiene una contraseña única y es posible que existan filtros para iniciar sesión en el sistema, tales como los mensajes de seguridad, huella digital o recaptchas.
Disminuye las posibilidades de plagios y falsificaciones
Cuando la tecnología está presente en el entorno judicial, la elaboración y almacenamiento de los documentos pasa a un entorno virtual o almacenado en la nube. Por ello, se disminuye la necesidad de espacio para almacenar grandes cantidades de papeles, documentos que pueden ser plagiados o falsificados.
En resumen, es necesario lograr el equilibrio entre ética, justicia y tecnología. En un entorno en el que sea posible generar soluciones para las gestiones legales de la ciudadanía y, al mismo tiempo conservando las reglas y normas éticas que rigen los principios de la sociedad.
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