Conceptuar justicia no es una tarea fácil. Muchos filósofos la describieron a lo largo de millares de años – Aristóteles, Platón, Hobbes, Rawls, Ulpiano, Tomás de Aquino, entre muchos otros, y la verdad es que no se puede explicar de forma única o simple, hay siempre que tener en mente un determinado enfoque. En ese sentido es normalmente aceptable dividir la justicia en cuatro tipos: distributiva, procesal, retributiva y restaurativa.
Los cuatro tipos de justicia
Justicia distributiva
Por justicia distributiva se entiende la distribución igualitaria de los bienes en la sociedad. Para muchos es la justicia por la cual deberían preocuparse los gobernantes para promover una vida digna y de bienestar a todos los ciudadanos.
Justicia procesual
La justicia procesual se encarga de garantizar que todas las personas sean tratadas de forma que merezcan con base en sus acciones, ya que todo individuo acepta implícitamente ciertos deberes cuando hace parte de una sociedad.
Justicia retributiva
La justicia retributiva se preocupa en garantizar que las personas sean tratadas del mismo modo como tratan a otros, permitiendo así que un individuo que provoque injusticia agresión sea debidamente punido por las leyes definidas por la propia sociedad.
Justicia restaurativa
Finalmente, la justicia restaurativa posee enfoque en la víctima y el interés de la sociedad en restituir a una persona que sufrió injusticia el equilibrio emocional que puede tener perdido, bien como intenta que el agresor consiga percibir lo malo que causó.
Se ve, por lo tanto, que la dificultad de definir justicia deriva del hecho de involucrar inúmeros conceptos subjetivos como la ética, la moral, el sentido de equidad y tantos otros.