La gestión de proyectos de inversión pública es fundamental para el desarrollo y el bienestar de las comunidades, dado que tienen como objetivo principal resolver situaciones que afectan la calidad de vida de los ciudadanos.
En el presente, la sociedad exige que los fondos públicos sean invertidos en la ejecución de obras que beneficien a la población, como mejores servicios públicos, infraestructura vial y sanitaria, y oportunidades de desarrollo económico.
Por este motivo, la gestión adecuada de proyectos de inversión pública es esencial para asegurar la correcta distribución de los recursos y la atención prioritaria de las comunidades, pero ¿cómo realizar este proceso?
Una gestión de proyectos de inversión pública eficiente comprende la identificación del problema, la formulación de objetivos, la elección de la solución, la asignación de recursos, la planificación de la obra, su ejecución y seguimiento.
Estas actividades son agrupadas en 4 etapas básicas que conforman el ciclo de vida de proyectos de inversión pública, identificadas como prefactibilidad, inversión, operación y evaluación. En las siguientes líneas, exploraremos cada una de ellas y la importancia de administrar con eficiencia cada parte del proceso.
Identificación de necesidades y planificación estratégica
La etapa de prefactibilidad involucra la identificación de las necesidades de la población o comunidad y la planificación estratégica del abordaje del problema, tomando en cuenta los objetivos, el cronograma de trabajo y el presupuesto.
Identificar dichas necesidades supone un análisis exhaustivo de la situación actual de cada sector, considerando aspectos clave como demografía, economía, salud, educación, vivienda, servicios y seguridad, entre otros.
En este sentido, resulta indispensable la participación de las comunidades a través de encuestas, entrevistas y mesas de diálogo para garantizar la transparencia del proceso y el enfoque en las verdaderas prioridades de los ciudadanos.
Con respecto a la planificación estratégica en la gestión de proyectos de inversión pública, hace referencia a la creación del plan de trabajo, tomando en cuenta los objetivos perseguidos y las acciones requeridas para concretarlos.
La aplicación de metodologías de gestión de proyectos de inversión pública puede facilitar este procedimiento y las siguientes etapas del ciclo, clarificando los pasos a seguir. Algunos de los modelos más populares son:
- Ágil: Divide el proyecto en fases o sprints de corta duración.
- Cascada: Divide el proyecto en diferentes procesos ejecutados de forma secuencial.
- Scrum: Similar a la metodología ágil, cada ciclo de proyecto es divido en sprints con objetivos específicos.
- Kanban: Exige el uso de tableros para resaltar las tareas pendientes y en progreso.
- Scrumban: Metodología híbrida inspirada en Scrum y Kanban, la cual utiliza tanto los sprints como la señalización de tareas individuales.
Coordinación interinstitucional y asignación eficiente de recursos
La etapa de inversión dentro del ciclo de vida del proyecto incluye la coordinación interinstitucional y la asignación eficiente de recursos que permitan dar solución al problema de las comunidades.
En la gestión pública, la coordinación interinstitucional es importante para evitar duplicar esfuerzos, aprovechar al máximo los recursos disponibles, asignar responsabilidades y estimular el trabajo en equipo, sin solapamiento.
Por ello, es preciso impulsar la comunicación entre los grupos de trabajo, de manera que el intercambio de información, la elaboración de estrategias y la ejecución de obras en conjunto tengan un resultado positivo para las comunidades.
Con respecto a la asignación eficiente de recursos en la financiación de proyectos públicos, hay que tener presente que los fondos públicos son limitados, por lo que es indispensable priorizar proyectos, mediante una evaluación de costos y beneficios.
Desde luego, hay que implementar mecanismos de control para avalar la transparencia del proceso y la efectiva distribución de los recursos. Una forma de conseguirlo es emplear tecnologías de gestión como la solución SAFF de Softplan.
SAFF es una herramienta especializada en la Gestión Físico Financiera con 29 años en el mercado, posicionándose como una de las soluciones tecnológicas más completas para gestión y monitorización de proyectos de salud, educación, energía y otros.
Las herramientas integradas en SAFF y la utilización de business intelligence posibilitan acciones como la conversión automática de monedas, la visualización gráfica de datos de gestión y la optimización de la planificación y el seguimiento.
Otra de las funcionalidades de SAFF está relacionada con la seguridad de datos en procesos de adquisición, licitación y contratación que forman parte del desarrollo y ejecución del proyecto.
Ejecución y evaluación de proyectos de inversión pública
Las etapas finales del ciclo de vida de proyectos de inversión pública, operación y evaluación, marcan dos fases críticas en el desarrollo de la obra: su ejecución y el seguimiento posterior.
La ejecución del proyecto alude a su materialización, respetando los plazos establecidos en el cronograma de trabajo, el presupuesto asignado, el control de calidad y la gestión de proveedores, sin olvidar incorporar los cambios por imprevistos.
Por otra parte, la evaluación de proyectos de inversión pública abarca tanto la verificación del cumplimiento de los objetivos propuestos como la inspección de la obra finalizada y su impacto en la población.
El estudio debe ejecutarse una vez concluido el proyecto. En la medida de lo posible, es aconsejable medir los indicadores de desempeños, la relación costo-beneficio y consultar a los ciudadanos sobre aspectos a mejorar en este tipo edificaciones.
Impacto en el desarrollo y bienestar de la sociedad
El impacto de la gestión de proyectos de inversión pública en el desarrollo y bienestar de las comunidades es significativo, ya que no solo garantiza el uso eficiente de los recursos, sino que también mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
La inversión pública estimula el crecimiento económico de la zona al reparar la infraestructura existente y adicionar nuevas edificaciones como hospitales, ambulatorios, carreteras y redes de servicios.
Asimismo, la ejecución de obras y su posterior mantenimiento requiere trabajadores especializados, por lo que promueve la generación de empleos directos e indirectos y el crecimiento económico del sector.
Recuerde que nueva infraestructura también implica acceso a servicios de mejor calidad, reducción de la desigualdad económica, implementación de políticas sostenibles para el ambiente y mayor bienestar para los ciudadanos.
En síntesis, la gestión de proyectos de inversión pública, con transparencia y eficiencia, promueve mejoras en la calidad de vida de las comunidades y su desarrollo económico, además de atender las necesidades de la población, presentes y futuras.
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