La digitalización lo ha cambiado todo, desde la innovación incluso hasta la gestión pública. La necesidad de actualizarnos constantemente, y de dar soluciones certeras en la administración pública, obligan el uso de la tecnología para garantizar eficiencia y servicios adecuados a las expectativas.
Entonces, ¿cuáles son las innovaciones que pueden ayudar a los ciudadanos a beneficiarse de la transformación digital? Lea hasta el final, acá encontrará toda la información.
Ciclo de gestión pública: ¿Qué abarca?
Un ciclo de gestión pública se encarga de establecer la planificación y financiamiento para el desarrollo de un país.
Consta de aquellas funciones públicas para la regulación y provisión de servicios para la población. Asimismo, a lo conocido como «internalización» en la sociedad, de los cambios surgidos por las acciones de órganos estatales o «valor público», y la rendición de cuentas sobre todo lo que se ha realizado.
En consecuencia, se deduce que una buena gestión pública debe facilitar su análisis y vigilancia, de manera transversal, para así retroalimentar la planificación, presupuesto, puesta en marcha y/o producción de bienes y servicios.
Con la finalidad de brindar argumentos y datos necesarios para la rendición de cuentas de cara a la sociedad, órganos estatales y los actores de la sociedad civil.
De este modo, el concepto debe ir innovando sobre sí mismo con el objetivo de lograr altos niveles de efectividad para el desarrollo.
Usos de la tecnología en la gestión pública
Existen diversas alternativas tecnológicas que ayudan a la gestión pública en diferentes aspectos, tales como:
- automatizar y eficientizar los procesos;
- limitar los errores;
- fomentar el acceso de bienes y servicios de calidad para la sociedad.
Por consiguiente, el proceso que genera valor público y resultados positivos, ocurre en la red. Mediante un conjunto de instituciones y funciones de las entidades públicas, de la mano de los sujetos de la sociedad civil e incluyendo al sector privado.
En definitiva, las innovaciones vienen a optimizar las particularidades referidas a la gobernanza, en lo que se trata a la organización de relaciones entre las partes intervinientes, su cooperación, supervisión e intercambio efectivo de información y responsabilidades.
Son cuestiones clave para implementar políticas públicas concertadas y planificadas por los gobiernos.
3 tecnologías utilizadas para optimizar la gestión pública
En seguida explicaremos 3 avances que han logrado tanto para la gestión pública
1. Redes sociales
El Internet y las plataformas sociales son la fuente de información más popular; por lo que la gestión pública debe asumir y aplicar esto a su favor, respecto a la forma como se comunica con los ciudadanos y la difusión de la información requerida por los mismos.
Otra tendencia importante en el mundo digital (también gracias a la expansión de las redes sociales) es la desintermediación, es decir, la desaparición del intermediario para muchas transacciones.
Hoy en día, las administraciones pueden simplemente crear un perfil en canales de redes sociales como Facebook o Twitter donde podrán dirigirse directamente a los ciudadanos, reduciendo así la distancia percibida.
Esto reduce la percepción de distanciamiento que los ciudadanos suelen sentir con su gobierno y mejora su percepción de la administración pública.
Además, ofrece la oportunidad de estar más atenta a las necesidades del individuo, proporcionando herramientas sencillas para responder rápidamente a los problemas y adaptarse a los más comunes.
El uso de las redes sociales permite transmitir sus mensajes de forma más eficaz.
Sin embargo, dichos canales requieren ser administrados, como también es necesario saber cómo usarlos correctamente, de acuerdo con las características específicas del canal, las funciones disponibles y el tipo de usuarios que es más probable que interactúen allí.
En otras palabras, necesitamos integrar las redes sociales en una estrategia de comunicación coherente e integrada, donde cada canal esté asociado a un objetivo de comunicación diferente.
2. Cadena de bloques o blockchain
Desde hace un tiempo, blockchain es el centro de atención por los beneficios que podría ofrecer para toda la gestión pública. Sin embargo, antes de entrar en detalles, vale la pena dedicar algunas palabras a esta tecnología revolucionaria.
Empecemos por definirlo, blockchain o «cadena de bloques», es un sistema de recopilación y gestión de datos, estructurado en bloques que contienen transacciones vinculadas entre sí.
De tal manera que cada transacción iniciada en la red debe ser validada por la propia red a través del análisis de cada bloque. En otras palabras, blockchain funciona como una especie de registro público compartido que almacena activos y transacciones en una red de igual a igual.
Su función es permitir la gestión de toda la información colateral a una transacción mediante encriptación entre los participantes de la red, los cuales verifican periódicamente el paquete de información presente en cada bloque.
Esto hace que los datos sean inalterables, ya que la modificación requiere una acción “colectiva”. El contenido de cada bloque, de hecho, solo puede ser modificado a través de una operación.
La cual requerirá la aprobación de la mayoría de los nodos de la red que no tendrá ningún impacto en el “histórico”: cada modificación, de hecho, deja un rastro en el camino de la información misma.
Por esta razón, se puede decir que blockchain es una especie de libro mayor descentralizado, que permite el intercambio de información y valores entre particulares de forma segura.
Porque no hay un único “libro”, sino muchas copias de él por tantos validadores, que certifican la vigencia de la transacción. Esta, sin duda, podría ser una innovación eficaz para agilizar algunos procedimientos burocráticos.
Usos de la blockchain en la gestión pública
Estos son algunos ejemplos del uso de la blockchain en la gestión pública:
- Registros públicos. Si implementamos blockchain en la gestión de registros de la propiedad e inmuebles, podríamos imaginar un sistema en el que los sujetos, como notarios o abogados, pudieran realizar sus propios registros y realizar los cambios necesarios y beneficiarse del control generalizado que ofrece la propia red.
- Registro comercial: para marcar la transferencia de propiedad de acciones, o el registro público de automóviles, para permitir una actualización y corrección más rápidas.
- Sector de la salud pública: también puede ser un área de aplicación para permitir un mejor intercambio de registros médicos sin comprometer la seguridad e integridad de los datos de los pacientes.
3. Tecnologías de las Administraciones Públicas e Inteligencia Artificial
A menudo hablamos de lo importante que es la experiencia del cliente en el sector privado: brindar al consumidor una experiencia memorable lo hace más satisfecho y, por lo tanto, más leal y, en consecuencia, el negocio es más exitoso.
Lo mismo ocurre con la gestión pública, que puede beneficiarse de varias ventajas:
- mejorar su reputación entre los ciudadanos;
- hacer más accesibles sus servicios;
- responder con rapidez a sus necesidades;
- brindar un trato personalizado;
- mejorar el acceso a los servicios públicos como, por ejemplo, a las Instituciones de Justicia.
Estos son, comúnmente, servicios en la nube, una innovación que puede posibilitarlo es sin duda la Inteligencia Artificial, que es un motor para la Administración Pública junto con blockchain.
Ambas son tecnologías sistémicas, es decir, pueden mejorar productos y servicios a través de la formación de nuevos modelos y la creación de valor agregado, siempre que el número de actores involucrados sea lo suficientemente alto.
Asimismo, esta puede ser integrada en organismos de administración de Justicia para mejorar los objetivos de la gestión pública en este sector.
Esto se debe a la solución del SAJ: LEIA (Legal Intelligence Advisor), se trata de un medio de gestión de información que tiene la meta de proponer ganancias de la automatización en la gestión judicial y el apoyo a la toma de decisión.
De este modo, esta herramienta incorpora un asistente jurídico virtual, basado en la IA, que es cada vez más implementado en soluciones desarrolladas para la Justicia Digital, con la finalidad de garantizar más celeridad, isonomía y seguridad jurídica al Poder Judicial.
Esta solución tiene varios beneficios, incluyendo:
- reducción de tiempo en el análisis de datos;
- interpretación automática de documentos;
- automatización de tareas repetitivas.
Entonces, en caso de que el magistrado apruebe las sugerencias de LEIA, se podrá automatizar los fallos y concluir varios procesos judiciales de una sola vez y de manera automatizada.
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