Era el año de 1992: las personas casi no conocían lo que hacían los computadores, pero nosotros ya habíamos notado que sería imposible vivir sin ellos. Dos años antes, Softplan había nacido con el ADN de innovación, y era eso lo que queríamos llevar a la población. La solución SAJ (Solución de Automatización Judicial) llegó y en ese entonces proponía una transformación imposible de imaginar: la entrada de la Justicia en el mundo digital. Queríamos transformar toneladas de papel en bytes para que la búsqueda de información fuera cada vez más rápida.
En aquel tiempo escuchamos que estábamos locos. En una sala chiquita en el centro de Florianópolis (capital del estado de Santa Catarina al sur del país) menos de 10 personas ayudaron a construir ese camino pionero en la Justicia brasileña.
Detrás de las 10 millones de líneas de código que componen la solución SAJ hay personas que bucearon – y aún bucean – en el ecosistema de la Justicia y que se acercaron a expertos en los temas judiciales para construir un sistema que pudiera hacer una revolución.
Actualmente somos más de 1,8 mil trabajadores totalmente enfocados en la investigación y en el desarrollo de las mejores tecnologías. En este camino hemos encontrado muchos desafíos, principalmente en los años 2000, cuando la población de Brasil y del planeta se vio frente a la “obligación” de conectarse con el mundo digital. En la Justicia, esta relación con la tecnología era demasiado delicada, pues cada proceso judicial siempre es una vida que espera respuestas.
El proceso físico era – y aún es – un legado fundamental, pero traía consigo muchas desventajas. Miles de procesos perdieron sus páginas porque la gestión de tantos papeles era extremamente delicada, situación que se veía agravada por la frecuente necesidad de acceso a la información. Además, muchos funcionarios se enfermaron por alergias al polvo y al moho, consecuencia del uso excesivo de papel.
En 2006 se creó en Brasil la ley 11 419, que defiende la informatización del proceso judicial; una ley que nos ayudó a llevar la tecnología a muchas más personas de las instituciones de Justicia y sus comunidades.
La solución SAJ (Solución de Automatización Judicial) hace toda la gestión de los procesos judiciales sin que los funcionarios necesiten imprimir páginas. En un periodo de tres años, por ejemplo, los Tribunales de Justicia que adoptan la solución SAJ ahorraron R$ 225 millones de reales solo con materia prima para la confección de procesos físicos.
En un periodo de tres años, el uso de la solución SAJ logró optimizar más de 24 millones de horas de trabajo en los despachos judiciales, posibilitado una gran reducción de tiempo del trámite con el proceso judicial digital.
Creamos el primer Centro de Inteligencia Artificial de Brasil para investigar el uso de Ciencia de Datos en la Justicia.
Hoy, 28 años después, llegamos a ser la mayor LegalTech de América Latina y una de las más influyentes del planeta.
Hemos llegado hasta aquí porque oímos a los ciudadanos y a los expertos en Justicia. Por eso, si usted cree en una Justicia mejor, tenemos muchas cosas en común.